RECOMENDACIONES DE ALIMENTACIÓN PARA LA ADOLESCENCIA
Durante la adolescencia debemos tener en cuenta las siguientes recomendaciones para una alimentación adecuada:
1. Es importante para la buena nutrición y crecimiento de los
adolescentes mantener una dieta balanceada evitando alimentos
procesados, ricos en azúcares refinados y grasas saturadas.
2. Las mujeres tienden a requerir más aportes de hierro para
reemplazarlas las pérdidas del mismo por el ciclo menstrual, por ésto
una rica dieta en carnes es esencial. Para las vegetarianas se debe
suplementar el hierro por medio de pastas o polvos.
3. Debido a que la masa ósea tiende aumentar de una manera
considerable durante esta etapa de vida, los requerimientos de calcio
deben ser muy buenos por medio del consumo, principalmente, de productos
lácteos y sus derivados.
4. El consumo de grasas es esencial para la buena formación del
sistema endocrino y una correcta secreción hormonal. Pero estas grasas
deben ser en mayor medida provenientes de las grasas insaturadas y en
menor proporción de las saturadas.
5. La alimentación de los adolescentes, en cada comida, debe
contener un grupo de cada macronutriente (grasa, carbohidrato,
proteína).
6. La alimentación de los adolescentes de ser suficiente (pero No
excesiva) para cubrir las necesidades energéticas que se requieren para
el crecimiento y para la práctica de actividad física, además de otras
actividades como la escuela y el estudio.
ALIMENTACIÓN EN EL ADULTO
1. Se debe tener en cuenta que
alimentarse bien no
significa comer en exceso ni mezclar una gran variedad de alimentos en
una sola toma. Todo ésto solo genera indigestiones y acumulaciones de
grasa en el tejido adiposo por la gran cantidad de calorías que se
ingieren de una sola.
2. Comer despacio con una buena masticación debe ser clave para una buena digestión y mejor absorción de nutrientes.
3. Evitar distraerse con la televisión, revistas, juegos o
hablando con otras personas ya que ésto provoca distracción del cerebro
para lo que se necesita en ese momento que es
optimizar el proceso de la digestión.
4. Evitar del todo o por lo menos el exceso del consumo de
alimentos pobres en nutrientes y ricos en azúcares refinados y grasas
saturadas como las golosinas, embutidos, pasteles, fritos, entre otros.
5. Comer varias veces en el día en porciones moderadas. Tratar de
no mezclar los líquidos con los alimentos sólidos para evitar alterar
el Ph gástrico y composición de enzimas digestivas, para también evitar
malas digestiones y una deficiente absorción de nutrientes.
6. Tomar agua y zumos de frutas sin azúcar refinada a lo largo
del día. Hacerlo unos 20 a 30 minutos antes de comer y, por lo menos,
una hora después de haberlo hecho.
ALIMENTACIÓN EN EL ADULTO MAYOR
1. Se debe ingerir una buena variedad de alimentos pero no
consumirlos en exceso ya que las demandas energéticas tienden a
disminuir, por lo tanto comer en exceso puede ocasionar una acumulación
de grasa en el tejido adiposo lo cual puede llevar a problemas
cardiovasculares y coronarios.
2. Consumir alimentos ricos en fibra para evitar el
estreñimiento. Alimentos como las frutas son esenciales y ricos en
fibra, pero su consumo debe ser cuando se tiene el estómago vacío ya que
si se consume alguna otra cosa antes y luego se agregan las frutas,
éstas últimas tienden a fermentar en el estómago causando indigestiones y
flatulencias. El objetivo es tener una buena evacuación de los residuos
sin que sea provocado por problemas gastrointestinales mezclando tantos
alimentos de una sola.
3. Evitar al máximo alimentos que contengan compuestos como
condimentos, salsas, entre otros, para evitar problemas de gastritis,
hepáticos, renales y, en general, de todo el sistema digestivo.
4. Incluir una buena ingesta de líquidos a lo largo del día por
medio del agua y zumos de frutas sin azúcar refinada, para lograr una
correcta salud, buena digestión, óptima irrigación sanguínea para así
mismo mejorar el transporte de nutrientes para ser absorbidos, y de
toxinas para ser evacuadas. Beber los líquidos de 20 a 30 minutos antes
de comer y, por lo menos, una hora después de haber comido. Nunca
combinar los líquidos con los sólidos para evitar problemas de
digestión.
5. Evitar los alimentos con excesos de sal, azúcares refinados y
grasas saturadas que puedan traer problemas de diabetes, obesidad,
cardiovasuclares, entre otros.